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Tanzania es una nación que en los últimos años viene experimentando un crecimiento a nivel turístico realmente espectacular, tanto desde lo que afirman los números y estadísticas de esta industria a nivel local, como gracias a lo que se puede llegar a palpar mediante la idea de los propios pobladores de las ciudades principales. Lamentablemente, de todos modos, ciertas cuestiones ponen en duda un futuro de esplendor.

Es que si antes hablábamos de los ataques con ácido que habían sufrido tanto políticos, como sacerdotes religiosos y activistas británicas, ahora el Gobierno ha manifestado su preocupación por el lamentable estado de algunos de los principales monumentos con los que cuenta el país, y que claro, son importantísimos a la hora de considerar la llegada de viajeros de todas partes del mundo.

En este sentido, fue el ex ministro de Recursos Naturales y Turismo de Tanzania y el actual ministro de Agua, Jumanne Maghembe, quien ya alertó a sus superiores y a las autoridades locales de las principales ciudades tanzanas, sobre la necesidad de invertir en algunos elementos y construcciones simbólicas a nivel nacional, como por ejemplo el Monumento Askari, la antigua oficina de correos y el edificio Karimjee Hall.

Estos sitios, muchos de los cuales se encuentran dentro de los itinerarios de recorridos de las principales compañías turísticas a nivel nacional, habían sido previamente puestos a protección con la sanción de la Declaración de Antigüedades de Áreas de Conservación de 2007, aunque con el paso del tiempo se ha visto que no se encuentran realmente a salvo, poniendo en riesgo el sector turístico en el país.

Vía: Global Voices Online
Imagen: Mi Nube

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