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Ya hace un par de días que alertábamos que muchos de los habitantes de Tanzania, especialmente en las zonas rurales y en los alrededores de las grandes ciudades, se habían manifestado en contra de la decisión del Gobierno nacional de desarrollar una serie de plantas con gasoductos, y en estas horas, parece que el malestar se ha intensificado.

El caso es que un enorme grupo de habitantes de Mtwara, Tanzania, protestaron porque no se beneficiarán de forma directa ni indirecta, de la propuesta que ha hecho el Gobierno tanzano para la construcción de un gasoducto, que en efecto saldrá desde este territorio con destino a la capital del país, Dodoma.

Considerando el gasto necesario del caso, en vista de que el gasoducto tendrá una longitud de 532 kilómetros y podría hacer de Tanzania el tercer exportador mundial de gas natural, no son pocos los habitantes locales que consideran que se podrían ahorrar esos 1.200 millones de dólares y utilizarlos para hacerles llegar servicios básicos a ellos, cuyos terrenos se explotan.

Sin embargo, el problema es que efectivamente el Gobierno de Tanzania no tiene la posibilidad en sus manos ni el dinero para ayudar a esta gente, puesto que el proyecto está financiado por china con 1.200 millones de dólares, en el marco de las crecientes relaciones que el gigante asiático mantiene con muchos países africanos.

Vía: Guingui Bali
Imagen: Efe Verde

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