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En más de una ocasión hemos hablado acerca de los inconvenientes que existen entre os pobladores de Ruanda y Tanzania, sobre todo en el caso de los ciudadanos que son de nacimiento originario del primer país y que han habitado en algún momento en el segundo. El caso es que, en los últimos tiempos, las autoridades tanzanas se han puesto mucho más hostiles, y muchos de ellos han sido despedidos de su propio territorio.

Catherine Northing, Jefe de Misión de la OIM en Ruanda, ha señalado al respecto, en este sentido, que “asumimos que hasta este momento la gran mayoría de ruandeses que carecen de los documentos válidos de residencia que se requieren han sido expulsados, ya que ahora el número de expulsados que llegan a la frontera es muy bajo”.

De esta forma, no podemos dejar de señalar la presencia de esta institución internacional, OIM, quien ayudará directamente en la intención de que todos los hombres, mujeres y niños que hayan sido expulsados de Tanzania, y que de esta manera hayan tenido que volver a Ruanda, es vital para entender que su regreso al país sea en buenos términos, sobre todo quienes son indocumentados, como la mayoría de los que habitaban en la región de Kagera.

En concreto, se trata del caso de cerca de 15.000 ciudadanos originarios de Ruanda, entre los cuales para colmo una buena porción de la población eran mujeres embarazadas. Si hay que considerar que muchas de ellas además tienen inconvenientes en cuanto a su estado mental y físico, la verdad es que se agradece la presencia de una institución que les brinde las comodidades y derechos humanos que los tanzanos no han sabido darle.

Vía: Panama On
Imagen: Globo Visión

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